NUTRICIÓN CONSCIENTE
NUTRICIÓN CONSCIENTE
Para entender por qué es importante comer alimentos locales, frescos y de temporada, es necesario que nos veamos como parte del ecosistema y como una ecología, en lugar de un individuo.
Estamos formados por millones de bacterias y microorganismos que superan por mucho la cantidad de células humanas que hay en nuestro cuerpo. Y cada microorganismo tiene funciones específicas, importantes para el correcto funcionamiento de nuestro sistema y para el metabolismo de los alimentos. Y el lugar en donde más microorganismos alojamos es en nuestro tubo digestivo. El conjunto de ellos conforman nuestra microbiota.
Antes de la industrialización masiva, los obteníamos de alimentos fermentados o directamente de las frutas y verduras provenientes de tierras vivas y sanas. Las frutas y verduras se cosechaban en su temporada y punto de maduración ideal, permitiéndoles desarrollar todos sus nutrientes y su sabor. Hoy en día los alimentos que consumimos son procesados, empaquetados y desinfectados. Son fertilizados artificialmente y bañados con pesticidas dañinos para nuestro organismo a largo plazo. Son cosechados inmaduros y madurados en cámaras frías. Provienen de invernaderos o de cultivos masivos de tierras que ya perdieron su equilibrio de nutrientes y microorganismos o de tierras lejanas, madurando en medios de transporte. Por lo tanto, están desprovistos de los nutrientes y microorganismos que nos permiten tener un equilibrio de salud en el ecosistema en el que nos encontramos.
Por otro lado, en cada temporada, la naturaleza nos da frutos que contienen los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para los retos de la temporada. Podríamos, por ejemplo, cosechar cítricos en invierno en algunos ecosistemas. Éstos contienen vitamina C, entre otras cosas, que necesitamos para tener un sistema inmune fuerte durante las bajas temperaturas.